Péiname
cuando me peines
con peinecitos de escarcha
porque los peines de luna
me despeinan las pestañas.
Lávame
cuando me laves
con jaboncitos de trébol
pues los jabones sin suerte
se escurren entre los dedos
Sécame
cuando me seques
con un toallón sin puntillas
pues los hilitos finitos
se pegan en mis costillas
Préstame
todos los días
un sombrero para el sol,
un sol para mi sombrero
y una sombrita de amor.
Susana Ramos